José Ramón Galán Talens

17 de mayo de 2018 

En el mundo antiguo la práctica de cualquier deporte y entre ellos el tiro, no era más que una especie de preparación para el combate. Los avances de la sociedad moderna nos permiten practicarlos con fines puramente lúdicos que conocemos como deporte.

El proyectil esférico

La esfera es el proyectil de menor coeficiente balístico de entre todos los existentes, tan solo una piedra tiene peor balística. Sin embargo su peor defecto es su mejor virtud, pues en la esfera el centro de gravedad siempre es equidistante a todos sus lados, por lo que su vuelo es predecible, especialmente cuando es disparado por un cañón de ánima lisa, y probablemente el más adecuado en estas condiciones.

Cualquier deformación hará que su vuelo sea errático, tanto más cuanto mayor sea la distancia recorrida.

 

Dicho esto entenderemos que cuanto más perfecta sea la esfera, mejor será su comportamiento en vuelo. Esto es una hipótesis contrastada, sin embargo tiene una relativa influencia en la especialidad de Cominazzo, pues la distancia a la que se dispara, 25 metros, resulta insuficiente para que se aprecie con claridad la dispersión a causa de la balística de exterior.

 

Aun así, el autor procura disparar proyectiles lo más perfectos posibles, y generalmente poco forzados para evitar deformarlos en exceso. Algunos tiradores emplean proyectiles sensiblemente endurecidos, personalmente también lo he probado en alguna ocasión, no apreciando con ellos mejora alguna.

 

Dicho esto, los mejores resultados deportivos los he conseguido empleando proyectiles de plomo puro, no muy forzados, es decir, de calibre sensiblemente menor al aparentemente adecuado por entrar más ajustado.

Existe una anécdota muy curiosa respecto de los proyectiles esféricos en una pistola de chispa. Ocurrió en el campeonato de España 2004 que fue disputado en instalaciones del Club de Tir Esportiu Mallorca.

El actual récordman de la especialidad, José Patiño Lillo, conseguía sumar una marca de 97 puntos, estableciendo un nuevo récord de España que iguala el del mundo. Para ello utilizó una pistola Lepage de Pedersoli con la llave sin modificar, me refiero a que el rastrillo no estaba calzado, ni el muelle aligerado. La carga utilizada resulta cuando menos pintoresca, pues adquirió por error unos proyectiles de un calibre inferior al usual, .445 en lugar de .457, y por no desaprovecharlos, los cargó con doble calepino. Todo ello sobre 36 grain de pólvora Suiza Nº2, cebando con francesa PNF4 y una piedra de Ágata en las mordazas. Resultado ¡¡¡97 puntos!!! Ni que decir tiene que el amigo Patiño estaba exultante de alegría, casi ni se lo creía, y tiene motivos para ello, una hazaña así creo que la soñamos todos, y más aun en el día “D” a la hora “H”.

 

Analizado fríamente no resulta nada novedoso adaptar el proyectil al ánima mediante una envuelta de mayor grosor, sin embargo tendemos a ajustarlo en el sentido contrario, buscando el calepino o envuelta más fino posible. Personalmente nunca empleo calepinos de grosor inferior a 0,25, y preferiblemente de tela nueva sin lavar y trama tupida.

 

Después de lo mencionado, no debemos cantar ¡¡¡Eureka!!!, y pensar que tenemos la solución. Para conseguir una marca de este tipo se tienen que dar una serie de circunstancias o coincidencias en las que el tirador será la parte central y sin la cual resulta imposible conseguir nada. Es cierto que el conjunto del arma, carga y encendido deben ser perfectos durante al menos 10 disparos, pero es el tirador el que en definitiva tiene que ejecutarlos con la precisión necesaria para que estos impacten en el sitio exacto.

 

Pero no solo se puede tirar Cominazzo con proyectiles envueltos, también se puede hacer con proyectil forzado, y no van mal. Por forzado no debemos entender que hay que usar la fuerza para introducirlo, solo se trata de cargarlo sin envuelta, por lo que el proyectil debe medir el calibre exacto del ánima del cañón.

Es como comencé con la pistola de un amigo, y las marcas no eran inferiores a las conseguidas con proyectil envuelto. Sin embargo la cantidad de residuos acumulados en el primer tercio del ánima es mayor, pues el calepino humedecido ejerce algún tipo de limpieza sobre la misma cuando bajamos el proyectil. En los campeonatos internacionales no es infrecuente ver algunos tiradores que cargan forzado, y no les va nada mal. Y entre estos he podido apreciar que algunos que limpian el ánima entre disparos.

Generalmente cuando se emplea este método, suelen emplearse proyectiles sensiblemente lubricados.

 

Existe otra variante poco extendida, la de los que emplean proyectiles esféricos normales pasados por la escofina y lubricados posteriormente a los que denomino “ferreros”. A estos últimos los llamo así por la particular forma que tienen, se trata de proyectiles esféricos normales a los que les dan un tratamiento de escofina sobre una superficie protectora, generalmente una toalla doblada, de forma que los “crateriza”. Esto permite cargarlos sub-calibrados y las múltiples aristas lo mantienen en el sitio. Por supuesto que el autor los ha probado, y no van mal, pero resulta bastante engorroso darles el tratamiento de escofina, y tampoco se percibe una mejora substancial más que la que se obtiene al cargar mucho más rápido. Ciertamente existe el viento balístico, pero parece que no afecta en demasía, pues el comportamiento no es deficiente.

 

 

¿Qué es mejor para competición, proyectil envuelto o forzado?

Cualquiera de ellos cumple con creces en competición. Sin embargo la mayoría de los tiradores internacionales se decantan por el proyectil envuelto, supongo que por el efecto limpieza que realiza el calepino humedecido durante el proceso de carga.

 

Algunos tiradores atacan con fuerza, ¿no les afecta a la precisión?

Es cierto que algunos tiradores atacan fuerte, yo mismo podría ser uno de ellos. Sin embargo no creo que lleguen a deformar en exceso la esfera, en primer lugar porque la cabeza del atacador suele ser cóncava. Pero por otro lado, disparamos a 25 metros, distancia insuficiente para apreciar con claridad los efectos negativos que la sensible deformación puede acarrear al proyectil en vuelo. Son otras las variables que afectan en mayor medida a la precisión y exactitud de nuestros disparos.

 

Algunos tiradores emplean un accesorio con el proyectil ya envuelto y humedecido, ¿es mejor, que ventaja obtienen?

No es mejor que el proceso clásico, pero si obtienen ventajas. En primer lugar destacar que no es un método nuevo, ya en tiempos pasados los pioneros americanos solían llevar los proyectiles de esta manera para acelerar el proceso de carga.

La principal ventaja que se obtiene es en forma de tiempo, ya que facilita y mejora el proceso de carga. No se pierde tiempo centrando el proyectil sobre el calepino, ya que vienen precargados de casa y solo resta humedecerlos antes del comienzo de la competición. Probablemente se deforma menos la esfera al iniciarla al cañón.

 

 


Proyectil esférico de plomo y calepinos tipo de algodón de trama tupida.

 

 


Eugenio Martín realiza ejercicios de calentamiento momentos antes de una competición. Empuña su pistola original marcada Sharpe & Keene de calibre .53.

 

 


Josep Patiño tras finalizar la competición de Cominazzo en el Campeonato de España 2004 disputado en Mallorca y en el que se impuso con una marca de 97 puntos que son el actual récord de nuestro país.

 

 


José Muñoz realiza ejercicios de calentamiento momentos antes de comenzar la prueba de Cominazzo en el Campeonato de Europa 2007 que se disputó en Parma-Italia, y donde se impuso con una marca de 97 puntos que iguala el récord del mundo.

 

 


Proyectiles esféricos pasados con escofina y que se cargan forzados, sin envuelta. He podido ver que los empleaban tanto en la especialidad de Cominazzo, como en las de Tanzutsu y Miquelet. Un tirador del equipo francés me explicó todos los detalles para fabricarlos y sus ventajas, incluso aerodinámicas ¿?.

 

 


Preformas cargadas con el proyectil envuelto y ya humedecido.


Secuencia de carga con el proyectil envuelto y precargado.

 


Campeonato de Europa 2007 Parma-Italia. José Muñoz se impuso con una marca de 97 puntos y consiguió el oro en Cominazzo. Empleó una Manton de ARSA.
En la imagen y de izquierda a derecha, Jesús Mari Araquistain de ARSA, José Ramón Galán, el campeón José Muñoz, y Elisa Santiago de ARSA.

 

 

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